La carta del Huevo Sánchez por los 100 años del Club Estudiantes

El club Estudiantes festejará hoy sus 100 años de existencia con un acto que tendrá recuerdos y reconocimientos a varias de las figuras que marcaron el camino albo a lo largo del tiempo.

Una figura de nuestro básquet es Oscar “Huevo” Sánchez quien redactó un post en Facebook por el centenario del club poseedor de  “La Catedral” del básquet argentino.

Estudiantes, mi corazón

Cómo no querer recordar… Todo es muy fuerte. El Club cumple 100 años y me permite -y me obliga- a volver sobre mis inicios, sentir más cerca a mi ídolo y a la Catedral….

Cómo olvidar que viví allí mi adolescencia y mi formación como entrenador? LA IDENTIDAD NO SE OLVIDA NUNCA. Y SE REAFIRMA TODOS LOS DÍAS. PORQUE ESO ES ESTUDIANTES: IDENTIDAD.

Casanova, que fue un visionario, lo hizo posible. Y luego ya convertido en templo, fue entrar, pisarlo y sentirlo. Aun lo es y eso lo hace más emocionante .Allí puede uno visualizar a Dios con esa bola marrón gastada que no paraba de alcanzarle, porque nunca erraba dos seguidos…

Ahí el JEFE, el referente no solo de Bahía sino de la Argentina marcaba las pautas de trabajo y sobre todo de disciplina. Al Beto le TEMIAMOS!!!

Mi padre era socio vitalicio del club -y encima en Bahía eras de Olimpo o de Estudiantes-, y además estaba ahí mi dolo… Sin dudas, ese era mi destino, mi sueño, mi Club.

Mi llegada comenzó por la admiración que le tenía a Beto. Recuerdo el Argentino de Viedma allá por el año 75 o76. Cabrera jugó herniado. Pero jugó… se le posteó al Tola y ganó el torneo Argentino, que era lo más en esa hermosa época…

Fue en ese torneo cuando le pedí la camiseta. ¡La 14! ¡ ¡Dios mío! No podía creerlo cuando me dijo: “venite a casa Huevo, me operaron y estoy en reposo y ahí te la doy”. Y con la entrega de la camiseta llegó también una recomendación: “Eso sí, no la uses. No quiero que después digan que te pasaste por mi camiseta”. Un grande en todos los sentidos. No olvido, no quiero olvidar. ¿Cómo olvidar?

Fue entonces cuando me dio para que entrene a una división de mini. Me dijo que cobraría un viático de 100 pesos para que pudiera tomar el micro de casa al club. Ese fue mi primer salario en Estudiantes.

Mientras tanto como jugador, yo y todos, soñábamos con entrenar y mucho más al lado de él. Del mejor.

Cómo olvidar esa tribuna por la que teníamos que correr antes de cada práctica, con esas escaleras “malditas” que son altísimas y entonces parecían interminables … El último debía pasar al primero, todo bajo la supervisión del profe Emilio. Hacer eso era un decreto del mago antes de cada entrenamiento. Hacerlo y sino ¡soga! Así, con esa disciplina, Beto bajaba línea para una clara filosofía de basquetbol menor y primera que era ejemplo en Bahía.

Recuerdo el año que salimos campeones en todas las categorías. Fue hermoso ver el juego de esos pibes. Los míos eran los de mini, a los que después dirigí desde el 75 al 86 en la liga.

Pero antes y después de formarme como entrenador en el club, en el año 82, Beto me llamó y me dijo: “Hue queres dirigir la primera?” Y saben quién jugaba en esa primera? ÉL… Casi me muero… Acepté y salimos campeones provinciales en la final contra Olimpo.

Esto me trae un recuerdo que me eriza la piel y me avergüenza al mismo tiempo. El día previo a la final, cuando estábamos elongando me acerqué al mago y le dije: “Beto vas de BASE…”. Me contestó: “¿Podré?” Dios que vergüenza que me dio. Era el mejor, el más grande, solo que al estar el Leche Merlini mas su rodilla con dificultades se fue de ayuda.

Luego de salir campeones sucedió algo que al día de hoy lo considero como mi inicio de entrenador de alta competencia. Me regaló la campera de Topper y me dijo: “Hoy te recibiste de entrenador…”

Cómo olvidarte Albo? Me entregaste todo lo que necesitaba y más. La contención tras la muerte de mi viejo, mis chicos en continuidad con varios llegando a primera y los mejores años de mi juventud

Y cómo no recordar a la cantina, Santos!!! Que era durísimo para pagarme cada mes y el gran Bebe, EL GERENTE, NUESTRO GERENTE, de una calidad humana y una humildad única con los que viví esos inigualables años.

Tengo muchos recuerdos del club. No los quiero aburrir… pero no puedo obviar a la Pile! No dejaba tirarse a nadie porque me salpicaban y yo mientras tomaba sol TRABADO… fue único…

Como olvidarte Club! Si me diste todo y me hiciste lo que soy!

Feliz centenario Catedral!!!

Hue

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