Derrota histórica no sólo por el rival, ya que la Roma es un equipo claramente inferior al Barsa, sino porque el gran objetivo del equipo catalán en este 2018, como siempre, era la Champions. Con el título de la Liga casi en el bolso, la obsesión pasaba por quedarse con la Orejona.
No es casual. Aunque no le interesan las comparaciones, mientras Cristiano Ronaldo comandó al Real Madrid hasta quedarse con las últimas dos ediciones del torneo de campeones (temporada 2015/16 y 2016/17), Leo sigue estando lejos. Un dato: la última vez que avanzó más allá de los cuartos de final fue en la 2014/5. Y lo positivo fue que aquella vez terminó siendo campeón.
La realidad es que a Messi le duele esta derrota. Él, como todos, saben que cuando dejaron Barcelona, con el 4-2 de la ida, la serie parecía definida. Era historia. Un trámite. Y no lo fue. No sólo por las ganas de la Roma, sino por un día para el olvido de Leo y compañía.
Esta vez, la magia no apareció. Sí, las críticas. Y una derrota y/o eliminación que quedará marcada como uno de los mayores fracasos de la carrera de un ganador como Leo.
Fuente: Clarin.com