La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) controló los principales comercios del rubro gastronómico de Bahía Blanca donde detectó diferencias de facturación de hasta 260%, respecto de lo declarado en los días anteriores a los controles.
Esto demuestra que en los días precedentes los contribuyentes no facturaron muchas de las ventas que realizaron.
Los comercios podrían recibir multas de hasta 10 veces del impuesto evadido y hasta la clausura de los locales por no emitir comprobantes de venta.
Los controles se realizaron mediante “Punto fijo”, que consiste en llevar a cabo mediciones de ventas durante un tiempo determinado para realizar proyecciones de la facturación.
Además en los procedimientos que se llevaron a cabo en conjunto con la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), se verificó la correcta registración de los empleados.
Los operativos forman parte de una serie de acciones conjuntas entre AFIP y ARBA, que en este caso se dirigen a algunos actores del sector que declaran los márgenes de rentabilidad muy inferiores a la media de la actividad.