Al mediodía de ayer murió, sin ser condenado, el represor Julián Oscar “Laucha” Corres, que se encontraba internado en el Hospital Militar de la Capital Federal.
Corres era uno de los acusados en los juicios por delitos de lesa humanidad, cometidos bajo control operacional del Comando V Cuerpo de Ejército, que se llevan a cabo en la Universidad nacional del Sur, Colón 80 de Bahía Blanca.
Este jueves se esperaba la declaración de un médico forense, que definiría su situación frente al juicio, dado que el acusado padecía cáncer y no podía viajar para presenciar las audiencias.
El represor participó de operativos “antisubversivos” y realizó tareas de infiltración propias de la especialidad de inteligencia.
En el centro clandestino de detención “La Escuelita”, integraba las guardias siendo uno de los jefes, al tiempo que ejecutaba sesiones de torturas e interrogatorios a las víctimas cautivas.