Wall Street parece plantearle al gobierno de Mauricio Macri una lista cambiante de exigencias si pretende dejar atrás la espiral de desconfianza en que entró su programa económico, que se tradujo en un desplome de las acciones argentinas y la suba del riesgo país a niveles de crisis. En términos futbolísticos, los operadores del mercado de Nueva York le van corriendo el arco en pleno partido.
Analistas y estrategas de los grandes bancos y fondos de inversión recibieron con agrado los anuncios tendientes a anticipar a 2019 la búsqueda del equilibrio fiscal y saludan ahora tanto las negociaciones con el FMI que lleva adelante Nicolás Dujovne en Washington como el renovado apoyo que Donald Trump le expresó ayer por teléfono a su par argentino. Son señales que “van en la dirección correcta”, confió a Infobae un operador del mercado neoyorquino.
Tras la caída abrupta de las acciones argentinas, Nueva York dio hoy una tregua. El mercado que según dijo ayer Dujovne venía mirando la situación argentina “con el espejo retrovisor” parece haber tomado nota del nuevo escenario. No extiende todavía un cheque, pero abrió un compás de espera mientras avanzan las negociaciones en el Fondo Monetario Internacional. La inquietud mayor pasa ahora por la viabilidad política del ajuste y por los efectos sociales de la recesión.
Alberto Ramos, director para América latina de Goldman Sachs, ve hacia adelante un panorama financiero más despejado. Su análisis combina las medidas fiscales dirigidas a conseguir el déficit cero en 2019 y los muy probables adelantos del FMI como parte del acuerdo por USD 50.000 millones a tres años. Ambos factores “van a ayudar a contener las preocupaciones del mercado sobre cómo va a hacer el Gobierno para financiar las necesidades fiscales de 2019”, dijo.
A esto le agrega el valor más competitivo del devaluado peso argentino, que “va a ayudar a reducir de manera significativa el déficit de cuenta corriente”, y la recesión en puerta, que contribuye a cerrar las cuentas, aunque reconoce que “desafortunadamente” estos ajustes macroeconómicos “siempre son costosos y dolorosos”.
Fuente: Infobae